Después de haber estudiado medicina y haber hecho el postgrado en psiquiatría realicé un perfeccionamiento en neurología clínica y epilepsia en Alemania. Durante ese período tuve la oportunidad de acercarme a la PNL y estudiarla con calma. En Alemania el impacto y difusión de la PNL eran notables. La PNL de inmediato me permitió tener a la mano herramientas para el cambio y el trabajo de desarrollo personal sin uso de medicamentos que hasta entonces desconocía. Usé con éxito muchas de las técnicas y estrategias de PNL en mi actividad profesional como docente, facilitador de grupos y terapeuta. Sin embargo, notaba que gran parte de las personas interesadas en estudiar PNL estaban orientadas al uso de la “realización de sus sueños” que la PNL prometía. De hecho, encontré en el camino a mucha gente con deseos de éxito económico a corto plazo y otras personas enfocadas en el uso de la PNL para obtener poder e influencia sobre otros. Conocí a algunos entrenadores internacionales de PNL y mi impresión sobre sus deseos de ambición económica a costa de la manipulación de otros se hizo aún más evidente. Al leer sobre los conflictos que a lo largo del planeta se han presentado entre muchos de los gestores de la PNL, detecté que esas incongruencias se dan a lo largo y ancho de la humanidad y que la PNL es sólo uno de los campos en que se ponen sobre el tapete el egocentrismo y la falta de madurez humana.
Considero que la PNL por haber tenido su origen en la sociedad occidental, con los puntos a favor y en contra que la caracterizan, ha sido usada en su mayor parte desde la perspectiva e intereses de quienes la dominan. Muchos de los títulos de libros que han surgido evidencia esos intereses “Contacto sexual veloz”, “Adelgace comiendo”, “Consiga lo que quiera”, etc.
Una de las consecuencias que he percibido es que, en muchos casos, se perpetúan las tendencias adictivas de poseer a toda costa y que cuando, por alguna circunstancia, no se obtiene lo que se desea la frustración es mayor y el afán de triunfo o éxito a como de lugar crece desmedidamente.
En mi opinión la falta de desarrollo emocional y espiritual que aqueja a la humanidad es la responsable de esta situación. Considero que la PNL, al igual que muchas prácticas de desarrollo personal, es muy útil y fácil de usar, pero cuando no se ha promovido el desarrollo emocional y espiritual, presenta los inconvenientes de cualquier tecnología de crecimiento humano: sus objetivos se distorsionan y puede en ocasiones presentar incongruencias e inconsistencias muy evidentes en quienes la practican.
En sus inicios la PNL fue reconocida por sus extraordinarias “curaciones de diez minutos” de las fobias o de casos similares. Desde entonces la promesa de “intervenciones instantáneas” se generalizó y se trató de abordar cualquier clase de síntomas para “evacuarlos” en un tiempo muy breve. Uno de los libros iniciales de Richard Bandler lo expresa en su título: “la magia en acción”, donde aparecen descritas sesiones de Bandler haciendo demostraciones del trabajo de PNL “ultrarrápido” con cuatro pacientes.
Recuerdo que hace unos diez años empecé a practicar de la misma forma y logré en realidad algunos resultados extraordinarios. En la actualidad, a medida que he estado trabajando con temas de mayor complejidad como el desarrollo de inteligencia espiritual, aparecen unas claras objeciones al presupuesto que la “velocidad” es la clave de todo procedimiento con PNL.
Vale la pena poner en contexto este tema para no caer en confusión. La PNL surgió en California (EE.UU), donde muchas escuelas de crecimiento humano en la época de los años sesenta y principios de los setenta estaban haciendo exploraciones muy importantes sobre todo en el campo de la psicología humanista y existencial, rompiendo con los modelos psicoanalíticos por ser excesivamente largos, costosos y faltos de resultados (una terapia psicoanalítica se hace en tres o cuatro sesiones semanales de aproximadamente 45´ a una hora por tiempo desde el inicio indefinido, que puede demorar cerca de cinco o siete años según la problemática de la persona). La necesidad era del mercado de clientes norteamericanos, educados en la cultura de los resultados a corto plazo y ojalá muy veloces. La PNL, en su origen, es un subproducto de el mencionado ambiente cultural. Con el paso de los años muchas intervenciones de PNL cambiaron de campo de acción involucrándose con el mundo empresarial (otra de las grandes necesidades de la cultura occidental) y educativo.
En la actualidad mi perspectiva de los cambios “ultrarrápidos” se ha modificado en la medida que he llegado a la conclusión que es únicamente la persona que desea hacer el cambio quien define en verdad la rapidez con que el cambio se va a efectuar dependiendo de su preparación y motivación para cambiar. En este contexto la PNL, al igual que otras intervenciones de corte similar, facilita los resultados que se esperan.
En resumen, en mi concepto la PNL como herramienta de cambio no es una “panacea” que alivie a todas las personas para todas sus dificultades, sino que es una excelente herramienta que usada de manera ecológica, puede facilitar, en las personas que estén lo suficientemente preparadas y motivadas, procesos de cambio de comportamientos, sentimientos y creencias no deseados en deseados.
Hago mucho énfasis en este aspecto para que el lector tome consciencia que el tema que abordaremos, el desarrollo de la inteligencia espiritual con herramientas de PNL, no promete hacerlo en horas o minutos sino que, por el contrario, el objetivo es aprender de los grandes maestros que han existido y desarrollado su inteligencia espiritual en el tiempo que sea necesario o indispensable y si lo que se requiere son períodos muy largos de entrenamiento corporal, emocional o mental, pues serán bienvenidos.
Algunas personas, con excelentes intenciones, realizan maniobras cuestionables. Un ejemplo clásico le sucedió a una señora que tomó un curso de fin de semana de PNL y llegó a practicar con su hijo menor. Un mes después fue llamada por la profesora del colegio quien preocupada por algunos cambios de comportamiento del niño en el último mes la interrogó si algo estaba sucediendo en la casa. La madre, orgullosa le dijo que estaba “programando” a su hijo en el momento de irse a la cama con frases como “Tienes que ser el primero, eres el primero, en todo quedas de primero”. La profesora comentó: – “Ahora entiendo, su hijo se sale del salón de primero en exámenes, come de primero, se pelea con los demás primero que todos, habla de primero en clases, lee primero que los demás, es el primero en ser expulsado, etc.?…”
Algunos padres, siguiendo el planteamiento que sus hijos tienen que ser los “mejores” en esta sociedad competitiva buscan “programarlos” para serlo. Esto influye en muchas oportunidades de manera nefasta en el desarrollo normal de ellos y a largo plazo están plantando las semillas de una persona obsesionada con el éxito y completamente neurótica.
La PNL, como muchas de las escuelas de crecimiento personal, es usada a veces con fines egoístas y poco éticos, desconociendo el principio de la “ecología” en las acciones que se llevan a cabo. El problema con la PNL radica en que es en verdad muy efectiva y por ello puede resultar problemática para quien la usa de con fines poco éticos, pues, tarde o temprano, aparecerán algunas de las cuatro Erres: <I>Remordimiento, Resentimiento, Reclamo o Revancha
Una última objeción que he percibido en mi práctica como terapeuta y facilitador de PNL es que, a veces, por su uso superficial se dejan de abordar problemas de fondo como cuando alguien no desea sentir malestar o sufrimiento emocional en alguna situación. Algunas técnicas de PNL alivian de manera inmediata el sufrimiento a corto plazo, pero si la persona no aborda su situación de raíz, aparecen, a mediano o a largo plazo, problemas similares o de mayor envergadura. Lo que quiero decir es que la PNL, ocasionalmente, funciona como un anestésico efectivo para un dolor de muelas, pero si no se realiza la intervención completa, tarde o temprano, el dolor volverá y tal vez con mayor intensidad. Una experiencia de ese estilo la tuve con una persona que experimentó “ataques de pánico”. Fue a un curso de PNL y se alivió momentáneamente usando algunas anclas y manejando su experiencia interna con modificación de submodalidades (ver acápite anterior). Unas semanas más tarde asistió a mi consulta con una gran depresión y ansiedad desbordadas. Al trabajar en profundidad su sintomatología surgieron experiencias tempranas que no había resuelto y que cuando las enfrentó pudo por fin resolverlas, a pesar del dolor inicial al confrontar su experiencia traumática. En pocas palabras, lo que quiero decir es que se requiere de mucha experiencia terapéutica para no llegar a confundir el problema que trae la persona y sus mecanismos de defensa con la solución de incrementar estos mecanismos brindando un alivio temporal, pero a mediano y largo plazo continúan los problemas sin resolver del todo.
Lo que he encontrado con mayor frecuencia es que algunas persona que manejan técnicas de cambio con PNL, sin tener una adecuada experiencia terapéutica, las usan incrementando los mecanismos de evasión, evitación y negación de sus clientes. Las consecuencias no se hacen esperar a mediano o a largo plazo y los síntomas se sustituyen o incrementan.
Mi recomendación es “zapatero a tus zapatos”. Cuando alguien tenga problemas emocionales o mentales importantes remitirlo a algún terapeuta idóneo que haya estudiado a fondo cómo manejar este tipo de situaciones, que pueda diferenciar con precisión los diferentes mecanismos de defensa y que le ofrezca alternativas apropiadas para superar su problema